miércoles, 29 de agosto de 2012

Sinceridad

¿Cómo describirías el mundo en el que te ha tocado vivir?

Recuerdo a mis padres siempre trabajando y a mis hermanos 'chinchándome' para ver lo que ellos quisieran en la tele. Cuando no lo conseguían bastaba con un ataque de cosquillas para que Carmen soltara el mando a distancia.
Con mis padres estaba sobre todo los fines de semana, y aunque es cierto que no me han llevado a tantos sitios como a mis hermanos, no puedo decir que no tuviera una infancia normal, de esas en las que hay caídas, ruedines, patines, castigos, gusanos de seda y cumpleaños en un parque de bolas.

Cuando empecé a crecer mi padre volcó en mí un especial interés porque leyera libros y supiera cosas de ortografía y leyes. A mi eso me parecía tremendamente aburrido así que la mayoría de las veces sus intentos por tratar de formarme acababan en fuertes discusiones, gritos y en el peor de los casos ''¡A TU CUARTO, Y CUANDO APRENDAS A COMPORTARTE HABLAREMOS!''

Hoy, que ya tengo veinte años y puede que algo de uso de razón, he comprendido cómo de importante era todo lo que mi padre trataba de enseñarme y lo que he aprendido por su cabezonería, y sinceramente, no me arrepiento...

Mi padre me enseñó la importancia de la libertad, me contó lo que incluso él había sufrido en tiempos en los que no podías manifestar tu ideología, me enseñó a valorar lo que tenemos y a mirar por los que tienen menos, me hizo comprender que todos éramos iguales aunque tuviéramos aspectos distintos y me dejó espacio para que yo libremente creyera en lo que me diera la gana.

Hoy sé que gran parte de mis ideas coinciden con las suyas y aunque a veces discutamos, puedo decir que le estoy devolviendo ese favor que me hizo a mí al enseñarme todo lo que sé. 

Hoy soy yo la que trae información a casa, y espero que en un futuro se la traiga a más personas, hoy soy yo la que debe enseñarle esos valores que aprendí a las personas que me rodean, hoy soy yo la que debe reivindicar la importancia de la libertad, de todas y cada una de las libertades, porque como dice mi padre, somos la misma persona en cuerpos y mentes distintas.
Hoy, mañana y pasado seré yo la que deba luchar porque un medio no manipule la información a su antojo, la que denuncie cómo el Gobierno borra fotos que delatan sus mentiras a diestro y siniestro, la que reúna fuerzas para que los periodistas sean difusores de la verdad y no escritores a sueldo. 

Y todo eso lo haré porque el día de mañana seré yo quien tenga que enseñarle a mis hijos los valores que quiero que adquieran, y no podré hacerlo si yo no lucho porque se consigan.

domingo, 26 de agosto de 2012

Rain

Dicen que la lluvia es triste, que apaga a las personas y las deja en sus casas sin hacer nada, las prepara para que salgan con más ganas cuando aparezca el Sol...

Tengo ganas de que llueva, de que el agua se precipite con fuerza por el tejado y desde el salón vea una cortina cristalina que inunde el patio. Quiero sortear los charcos para no mojarme los pies y escuchar a mi padre reñirme porque he empapado la entrada. 
Quiero sentir las gotas caer sobre las hojas de los árboles y oler a humedad al abrir las ventanas.
Quiero estar sola, leyendo un libro resguardada en cualquier parte mientras caiga el diluvio universal o tal vez estar en casa tomando un café mientras me acurruco en tu hombro.

Necesito estar cerca tuya aunque te encuentres lejos, necesito tiempo para mi, para nosotros, necesito más que nunca que en mi interior haya un inmenso Sol aunque afuera siempre esté lloviendo...