lunes, 23 de mayo de 2011

Monetización

Es curioso ver cómo cada  una de las relaciones sentimentales que nos rodean se comportan todas de la misma manera. Aún a pesar de que los miembros que la compongan sean diferentes, tenga virtudes y defectos distintos y se diviertan de desigual forma todos acabamos cayendo en el error de monetizar la relación que tratamos de llevar adelante. 
¿A qué me refiero con ésto?
Es sencillo, cuando vas a una tienda y pagas por un determinado bien esperas que inmediatamente ese bien te sea entregado en mano. Esto quiere decir que existirá una reciprocidad inmediata entre comprador y vendedor (yo pago, tú me das). 
Imaginemos otro caso: acabamos de conocer a los compañeros de clase y deciden salir a tomarse algo pero te das cuenta de que no llevas dinero encima y uno de ellos decide invitarte. Al hacerlo, tú se lo agradeces e inevitablemente te sientes con la necesidad de devolverle ese favor por lo que en cuanto tienes oportunidad lo invitas tú a el. 
Si este mismo suceso tiene lugar entre dos amigos de la infancia, probablemente tardarás mucho más en devolverle el favor y en ocasiones, ni siquiera lo harás. Por lo que cuanto más cercana es la relación entre dos personas, ya sean pareja, amigos o incluso hermanos, la reciprocidad será mas abierta, más tardía.
El problema es que actualmente y quizás por culpa del contexto que nos rodea cada vez nos estamos acostumbrando más a dar y recibir de manera casi inmediata, como hacemos en las tiendas. Por ello cuando decimos 'Te quiero' deseamos escuchar lo mismo y si ésto no sucede empezamos a pensar que algo está pasando. 
No todos tenemos días buenos por lo que es importante saber esperar a que todo lo que tu haces algún día tenga respuesta. Sin embargo a veces crees dar mucho y no recibes en la misma medida y es cuando se produce la crisis de pareja traducida en los hombres por un inexplicable pasotismo y en las mujeres por un desesperado grito de ayuda a cualquier amiga que te coja el teléfono. 
Todos distintos y a la vez tan parecidos.... 

Es curioso porque casualmente cuando llega un día importante como un aniversario o cumpleaños toda esa reciprocidad que anhelas te es devuelta de golpe y porrazo cuando lo que verdaderamente tiene mérito es que me devuelvas todo esto cada uno de los días que pasan en pequeñas dosis de felicidad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario