martes, 12 de abril de 2011

El recreo de las 12

No hacía más que salir corriendo aquella niña de ojos marrones que asomaban tras unas gafas de la marca chupa chups cuando la sirena tocaba a las 12:00... cada día de la semana. Había llegado la hora del recreo.
Cuando la alarma se atrasaba se impacientaba de tal manera que su pierna comenzaba a temblar, poniendo siempre nervioso al compañero de al lado. 
Bajaba aquellas escaleras minadas de niños con zumos y bocadillos. Ella no llevaba nada entre sus manos porque su madre trabajaba temprano y no le daba tiempo a preparárselo, pero no le importaba...Eso era algo secundario...
Solía salir al patio del colegio con la mirada atenta, tratando de encontrar algo perdido en lo más profundo de sus sueños. Algo real y a la vez imaginario... algo que deseaba pero nunca alcanzaba... algo que... allí estaba, como cada día, rodeado de amigos, riéndose sin parar y sin advertir que ella lo miraba sin pestañear.
Es cierto, él era real pero lo que ella había imaginado a su lado, no eran más que ilusiones infantiles de esas que todos tenemos y que hoy ni siquiera recordamos.

Cierra los ojos y respira hondo. ¿Qué será de ese niño que jugaba al fútbol mientras tú lo observabas? ¿Y de esa niña que cambiaba cartitas con sus amigas? 

Qué sería de ti si por un momento tus sueños inmaduros y absurdos se hubieran hecho realidad...

Quién le diría a esa pequeña que hoy iba a enamorarse perdidamente de él...

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