miércoles, 16 de febrero de 2011

La barca

No sé muy bien por qué, hoy me he despertado y me he puesto a mirar fotos antiguas... De esas que te hacen inclinar la mirada y sostenerte la cabeza con el brazo, de esas que te recuerdan a insignificantes momentos que quieres revivir hasta que dejen de ser mágicos...
Recuerdo ese Verano como si fuera ayer... Un espejismo de risas y calma que se cuela en lo más profundo de mi vista y me hace creer que es real. 

Motivada por alguna especie de fuerza ilusoria he puesto sobre el suelo de mi habitación una sabana azul muy arrugada y me he tumbado en la cama, al borde justo, desafiando la ley de la gravedad. Saqué mi brazo izquierdo y lo dejé caer a desgana mientras cerraba los ojos y trataba de recrear un mundo paralelo...
Mi respiración se convirtió en el murmullo de las olas al romper y los coches que pasaban por la calle sonaban como gaviotas que sobrevuelan el mar... La luz dorada que desprendía la bombilla dio paso al Sol de media tarde que hace rosáceas las paredes de mi cuarto y que ahora son el inmenso cielo... 

La soledad que hay en este sitio se ha transformado en tu compañía, esa que tanto anhelaba... y las lágrimas que dejo escapar de mis ojos se han convertido en saladas gotas que salpican mi barca mientras ésta va desplazándose con el impulso de la corriente...de tu corriente...

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