lunes, 14 de febrero de 2011

1500 Metros Lisos

Se colocó en la calle de Salida. Del total de atletas que había, él ocupaba el puesto 18. No alcanzaba a ver al primero y temía mirar hacia atrás por si era el último. 
En las gradas de aquel estadio había cientos de ojos que esperaban con atención a que sonara el disparo que marcaría el comienzo de la carrera. 
Estaba nervioso, su respiración se entrecortaba y tenía la mirada perdida en algún lugar del infinito donde sólo veía incertidumbre.
Aquel plomazo sonó ensordecedor en sus oídos y cuando se dio cuenta de que hacía rato que ya todos habían salido, él comenzó a correr, siempre sin querer mirar hacia detrás, siempre con miedo a perder, nunca con valentía para ganar...

Como niebla que se disipa cuando el Sol del mediodía comienza a calentar, los demás participantes comenzaron a desaparecer sin que pudiera darse cuenta. Creyó por un momento que habían llegado a la meta mucho antes, pero rápido advirtió que no era así. De repente, uno detrás de otro comenzaron a retirarse y darle paso  a él... y al que pudiera venir detrás...

Notó cansancio cuando sonó aquella campana para indicar que se trataba de la última vuelta y se le paralizó el corazón cuando escuchó un susurro que le advertía que era el único corredor...

¿Por qué? No quiero llegar a la meta sólo. Quisiera recibir un premio por llegar primero y no por aguantar...

A veces nos creemos que todo lo que nos rodea es una continua competición en la que debemos llegar en primera posición para ganar. Lo que nadie sabe es que sólo gana el que más aguanta... y tú has aguantado lo suficiente como para ser el ÚNICO...

Enhorabuena por conseguirlo...

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