domingo, 30 de enero de 2011

Papelitos de Mentira

Me diste pedacitos de papel en los que había palabras sueltas que nunca llegaron a formar una frase. Eran diminutos y los esparcistes por toda la habitación, sin importante el tiempo que tardaría en reunir cada uno de ellos. Me miraste, te diste media vuelta y saliste del dormitorio sin cerrar la puerta.
Comenzaste a tocar el piano mientras yo caía al suelo de rodillas, echándome a llorar...

Cerré los ojos, me tumbé sobre la moqueta y suspiré...
Comencé a sentir esa melodía desde lo más profundo de mí hasta el punto de marcar el ritmo de los latidos de mi corazón... Iban lentamente mis manos deslizándose por la alfombra, acariciándola como si de hierba fresca se tratase. Hacía frío; la corriente que entraba por la ventana me hacía imaginar que me encontraba sola en algún lugar remoto de mi pequeño mundo. Olía a humo de cigarrillo y yo creí que era el olor de algún eucalipto que había cerca.
Me encontraba perdida y sola en mi propio paisaje, lleno de flores, altos árboles y olor a cesped mojado. Mis lagrimas hacían crecer el cuadal del río y mis miedos cubrían de negro aquel cielo.
Tus manos eran mi brújula pero ésta hacía ya tiempo que la había perdido... 

Y ahora tengo que esperar yo sola a que amanezca para ordenar todos esos papelitos con palabras que eran las piezas de nuestra unión... El problema es que en mi bosque siempre es de noche...

No hay comentarios:

Publicar un comentario