miércoles, 8 de diciembre de 2010

Nada más que lluvia

Nada... Tecleo, pero no me sale nada. Será porque realmente es que no hay nada...
Mira hacía arriba y verás que todo el cielo está encapotado, lleno de espesas nubes grises que amenazan con descargar sobre nosotros. Sí, sobre ti y sobre mi, y sobre un montón de gente más, pero eso ahora qué importa? 
Saldré a la calle la próxima vez que llueva y lo haré sin paraguas, sin capucha... Es más desearía hacerlo desnuda. Porque la lluvia que caerá sobre mí será la misma que caerá sobre ti, y aunque suene de locos, serán una de las pocas cosas que me harán sentirte cerca, serán unos minutos gozosos, quizás los mejores de todo el día. 
Abre la ventana de tu habitación, y siente el frío que hiela tu cara... Lo estás haciendo? Yo llevó así todo el día...
Porque ese frío que te hiela el rostro y te hace llorar es el mismo que a mi me hiela el alma y sin embargo me da tanto calor al pensar que lo comparto contigo...
No habrá ni una foto, ni una canción, ni una frase, ni un recuerdo que me hagan sentirte tan cerca como esto...
A ti tampoco... sin embargo llegas aquí y esperas encontrar cada día una nueva entrada que te hable, que te despierte emociones, que te haga llorar, gritar, patalear, incluso odiarme pero que te haga sentirme más cerca que nunca. 
No me satisface la idea de que un periodista sea un escritor a sueldo, pero menos me satisface la idea de que no despiertes todo esto si yo no escribo, porque solo tu sabes lo que desearías poder sentir que nunca me he marchado. 

Porque solo tu sabes que aún no lo he hecho...
Porque la próxima vez que llueva me empaparé y me helaré mientras tú piensas inevitablemente en mi...

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