Que alguien me agarre fuerte, que alguien me impida salir corriendo, huyendo de mis miedos.
Que alguien me abrace y me prohiba escapar de aquí, de este oscuro lugar que asfixia la mente, que congela el corazon, que penetra por cada capilar de la piel y se cuela en la sangre como si fuera mortífero oxígeno que petrifica las venas.
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